Ha sido una carrera muy prolífica la de Foglia, integrante de una camada como la del 86 de Estudiantes, muy destacada, además de su recordado paso por el fútbol Metropolitano en Nueva Chicago, Platense, Defensa y Justicia, Los Andes y Tristán Suárez, para recalar en su lugar de nacimiento en 2011 de la mano de Cristian Domizi, en la campaña posterior al descenso frente a Defensores de Belgrano de Villa Ramallo.
Guerrero de mil batallas, hoy con el sello de su religión que lo lleva muy a flor de piel y, como modo de vida se prepara para otro desafío en su carrera, en este caso la primera experiencia en el extranjero, el Tachira de Venezuela.
Para los memoriosos y conocedores de la rica historia celeste, el nombre de Foglia estará no sólo en una gran consideración, sino que metido como uno de los ídolos de estos tiempos por su registro futbolístico amplio, su clase y su conducta fuera de la cancha.