Fue el viernes 3 de noviembre de 1950. En la final del PRIMER CAMPEONATO MUNDIAL, ARGENTINA derrotaba a la SELECCIÓN DE LOS ESTADOS UNIDOS, POR 64 A 50, y se coronaba CAMPEÓN MUNDIAL.
Este deporte inventado por el canadiense JAMES NAISMITH, en diciembre de 1891, fué introducido a nuestro País, por el Director del Departamento Físico de la ASOCIACIÓN CRISTIANA DE JOVENES (YMCA) PROFESOR P. PHILIPS.
Aquella verdadera hazaña de «los muchachos altos» vuelve a revivirse en esta fecha, trasmitiéndose de generación en generación. En el mítico estadio LUNA PARK, las 21.400 personas que lograron entrar, luego del triunfo y a modo de festejo, se cantó el HIMNO NACIONAL, para a continuación desde el citado estadio hasta EL OBELISCO, gestarse aquella inolvidble e impresionante «MARCHA DE LAS ANTORCHAS».
Fue un elocuente testimonio de fervor popular, que acompañó a jugadores y cuerpo técnico, demostrando, una vez más, lo que pueden nuestros deportistas, cuando se proponen una meta y existe el apoyo previo.
En una época dorada de nuestro deporte, aquel 64 A 50, atronó en el LUNA PARK, para despues propagarse por el centro de la Ciudad y horas más tarde, por todo nuestro territorio.
Tres meses antes de la contienda, 21 de agosto de 1950, EL DIRECTOR TÉCNICO JORGE CANAVESI, SU AYUDANTE CASIMIRO GONZÁLEZ TRILLA Y EL PREPARADOR FÍSICO, JORGE BOREAU, CONCENTRARON EN EL ESTADIO DE RIVER PLATE. FUERON 14 JUGADORES, ELEGIDOS DE UNA MINUCIOSA SELECCIÓN, SOBRE 40 JUGADORES DEL TODO EL PAÍS.
Si consideramos que fueron acompañados por DOS MÉDICOS, UN LABORATORISTA, UN ORTOPEDISTA, UN ODONTÓLOGO Y CUATRO KINESIÓLOGOS, marcaba un movimiento y organización, inédito en el deporte argentino.
Desde la Secretaría de Deportes, se solucionaron todos los problemas de trabajo y licencia, de cada uno de los integrantes, para que se avocaran únicamente a la preparación, en esos 90 días previos.
En el partido inaugural, se vence a FRANCIA POR 56 A 40, luego a BRASIL, POR 40 A 35, posteriormente a CHILE, por 62 a 41, finalizando la primera ronda. Llega la etapa final y vencen nuevamene a FRANCIA por 66 a 41, a EGIPTO por 68 a 33, para llegar a la esperada final.
El primer tiempo se jugó con pelota de cuero y el segundo, con una de material sintético , traída por los norteamericanos, luego de largas deliberaciones. Desde el comienzo, nuestro conjunto tomó la primacia en el juego y el scorer, sosteniendo una marca zonal invulnerable, el bloqueo para conseguir los rebotes eran perfectos, ante la menor talla física.
Llegando a los 5 finales, cuando arremetieron los del norte, aparecieron las miles de gargantas anónimas, para conformar y redondear una actuación histórica, con el mejor de los laureles: EL JÚBILO POPULAR DE 21.400 ARGENTINOS.
Era la culminación de un trabajo diario, minucioso, sin antecedentes en la faz organizativa, que marcaba el camino a seguir.
Pero llega 1955, golpe de estado, la revolución «fusiladora» comete el mayor atropello deportivo de la historia y en arbitrarias decisiones, confundiendo política con revancha, acusan a esos campeones mundiales y el cuerpo técnico de profesionales, aplicando la pena de suspensión de por vida.
Un sólo ejemplo marca la dolorosa resolución: en aquel primer torneo mundial, Argentina campeón y Yugoslavia último. Cuarenta años después, en el mismísimo lugar, 1990: Yugoslavia fue el campeón y Argentina el último.
