El campeonato de la categoría Superbike está al rojo vivo. Sin embargo, en la final disputada este domingo en Río Cuarto se registró un valorable gesto de “Fair Play” que habla de la honestidad deportiva de los protagonistas. Martín Solorza defendió con integridad su tercer puesto y no benefició con estrategias de equipo a su hermano Juan, líder del campeonato, y que hubiese casi asegurado su corona.
En el tramo final la carrera de la categoría Superbike, Martín Solorza #65 se encontraba en la tercera posición y su hermano menor, Juan Manuel #52, lograba ubicarse en el cuarto puesto. El campeonato lo tiene a Juan Manuel Solorza como líder desde la primera fecha disputada en Alta Gracia. Sin embargo, durante la transmisión de la carrera existían diversas especulaciones sobre si el múltiple campeón argentino, Martín, beneficiaría o no a su hermano cediéndole un puesto en el último giro. Esta circunstancia, automáticamente hubiera provocado un serio daño a los otros dos candidatos y rivales: Luciano Ribodino y Andrés González, quienes aún tienen aspiraciones al título.
Cada punto es importante en la lucha de un campeonato. Sin embargo, el piloto rionegrino dio un ejemplo no muchas veces visto. Su mensaje fue claro: las carreras y los campeonatos se ganan en la pista y con el mérito de uno mismo, no con ardides de equipos o marcas. Esto es una clara muestra de lo que significa el espíritu deportivo.
Finalmente, «Tincho» Solorza #65 no cedió el puesto y accedió al tercer lugar del podio del Superbike Argentino en Río Cuarto.
Ejemplo
Miguel Solorza, director Deportivo del Solorza Competición, y padre de tres pilotos, culminada la carrera dejó muy en claro cual es el criterio dentro del equipo:
“Sé que hubo especulaciones. Pero más que nada fueron periodísticas. Jamás permitiría que uno de mis pilotos gané un puesto de esa manera. En el Solorza Competición se sabe que cada uno de los competidores tiene la obligación de salir a ganar. Y si me hubiera dado cuenta que Martín le hubiera cedido una posición a su hermano, lo expulsaría del equipo. Mis hijos han sido educados con un gran espíritu deportivo. Ese tipo de actitudes están prohibidas en mi equipo. Ellos lo saben, y siempre supe por el profesionalismo de Martín que nunca hubiera realizado una conducta improcedente».