El Dakar 2018 Perú-Bolivia-Argentina tendrá entre los participantes de la categoría Cuatriciclos, al riocuartense Gastón González, con un Yamaha Raptor 700, que llevará el Nº 284 en su trompa y en su morral.
Dialogamos con Gastón González, en su reducto donde estaban terminando de alistar el camión Mercedes 4×4 que hará de asistencia y hotel durante los casi 20 de días de carrera.
– Luego de la experiencia vivida en las cuatro participaciones anteriores, ¿cómo preparó esta nueva experiencia en el Dakar 2018?
– Si bien en cada carrera fuimos adquiriendo experiencia, para este año hemos optimizado mucho la organización del equipo y la preparación del Yamaha Raptor 700. Para ello hemos tenido la invalorable capacidad de Oreste Berta S.A. en la preparación integral del cuatriciclo y también de Motec en la electrónica.
Se probo muchísimo durante todo el año para poder mejorar cada detalle del cuatriciclo, se lo alivianó cerca de 15 kg. y se consiguieron unos 12 HP extras. También se mejoró mucho la suspensión delantera, logrando un mayor recorrido y con mucha precisión para no perder potencia cuando se cae luego de un gran salto.
En la parte electrónica, Oreste Berta (h) junto a Motec hicieron un trabajo increíble. El cuatriciclo tiene un chequeo constante de cada elemento y va corrigiendo, de acuerdo a las necesidades, las distintas variables para tener siempre el máximo de potencia.
En el trabajo de suspensión, llevamos amortiguadores Reiger, y hemos trabajado mucho para lograr que la respuesta del cuatriciclo, fundamentalmente en el momento de entregar toda la potencia, sea lo más sencillo posible.
– ¿Cómo fue su preparación para esta edición, ya que comenzó el año con una fractura de clavícula en el Dakar 2017?
– Corrí el Desafío Ruta 40 Sur y después hice un alto en la competición. Me dediqué a prepararme bien físicamente y a entrenar mucho con las pruebas del cuatriciclo. Hice muchos kilómetros de prueba desarrollándolo, también muchas horas de entrenamiento en una pista de Cross para mantener la velocidad. Creo que es el año que voy mejor preparado para afrontar la difícil carrera que nos espera este 2018.
– El equipo que lo asiste ¿cómo estará compuesto?
– Al igual que el año pasado, es un equipo propio que está compuesto por Luis Humberto Oyarzabal, Abel Omar Chasco y Ángel Rubén Amato. Cada uno de ellos tiene una función específica, pero los tres trabajan juntos ante cualquier necesidad que lo requiera.
Luis Oyarzábal es el encargado de manejar el Mercedes 4×4 que lleva todos los repuestos necesarios para cualquier reparación, va mucho mas que otro cuatriciclo en repuestos.
Ángel Rubén Amato es el mecánico que arma y desarma cualquier parte del cuatriciclo. Tiene mucha experiencia y conoce de memoria al Raptor.
Abel Omar Chasco es el encargado de la parte electrónica. Él es quien estará en contacto permanente con Oreste Berta S.A. y Motec.
Cuando termine cada etapa, recogerá toda la información que guardan los distintos sensores de la central de la electrónica y lo sube a la nube para que en Alta Gracia se analice el funcionamiento, lo devuelva con las correcciones necesarias y se vuelven a cargar al cuatriciclo. Es un gran trabajo el que se realiza en este conjunto.
En el camión llevamos cubiertas para cada tipo de piso por el que vamos a correr, otro motor para reemplazar si es necesario y todo tipo de repuestos.
– Esta que es su quinta participación y cuarta en cuatriciclos, ¿cuál es la expectativa para esta edición?
– Espero poder terminar la carrera peleando la punta, voy con todo lo necesario para ello. Hay que correrla, pero creo que será una carrera muy difícil, quizás la más brava desde que se corre acá. Habrá mucha arena, dos etapas maratón y sobre el final, correremos en Belén y Fiambalá, para terminar entre San Juan y Córdoba con muchísimo calor. Por todo esto, será fundamental llegar a Argentina con el físico intacto y con el cuatriciclo sano para intentar un gran final en Córdoba.
Por último, espero poder festejar en la rampa final en nuestra capital el próximo 20 de enero.
Carlos Mario Figueroa