Betiana Garello, la atleta profesional riocuartense que proyectaba un 2023 con la ilusión de poder tomar parte de al menos tres competencias Ironman a lo largo del año, sufrió un accidente ayer mientras entrenaba en la autovía y producto de la gravedad de las fracturas se encuentra internada en terapia intensiva de un centro privado local.
La atleta riocuartense contó que no recuerda nada de lo que pasó entre que fue alcanzada por un vehículo y despertó en la banquina dolorida y en sentido contrario al que avanzaba en su bicicleta.
Relata que el episodio tuvo lugar alrededor de las 11 de ayer cuando circulaba por la parte exterior de la línea blanca de la traza con todas las medidas de seguridad para llevar a cabo el entrenamiento. “Iba sola, porque prefiero no entrenar en pelotón para disminuir riesgos ante una posible caída. Llevaba las luces encendidas, nunca escucho música y por suerte tenía un buen casco, que es lo que finalmente me salvó”, señala Betiana.
“No tengo registros de nada. Sí recuerdo que por esa hora casi no había tránsito en sentido sur a norte, yo iba con los brazos sobre el manubrio, en posición de apoyo sobre la bicicleta de triatlón, y al parecer fui embestida del costado izquierdo porque se arrancó el espejo del auto en ese sector”, agregó Garello.
Garello sufrió fractura fractura completa en la clavícula izquierda y fisura (fractura incompleta) en clavícula derecha. Además, tiene golpes en distintas partes del cuerpo producto de la violenta caída.
Las lesiones demandarán al menos 45 días de recuperación, para lo que deberá utilizar un extensor de clavícula y un cabrestillo en ambos brazos. Cabe agregar que Garello trabaja de manera independiente como licenciada en Kinesiología deportiva, tarea que también se verá impedida de ejercer durante al menos los 45 días que demande su recuperación.
“Sentía que este iba a ser mi año”
A Betiana se la escucha desmoronada por la desilusión de ver sus sueños de competir, por el piso.
La atleta profesional se preparaba para participar de un Half Ironman 70.3 en San Juan el próximo 26 de marzo. «Esa competencia me hubiera clasificado para el Mundial Ironman 70.3 en Finlandia de este año», precisó.
En tanto, el próximo 28 de Mayo iba a debutar en el Ironman Full, en Florianópolis, una competencia de alto rendimiento que prevé 3.800 metros de natación, 190 kilómetros en bicicleta y 42.195 kilómetros de running.
“Puede haber muchos que critiquen el hecho de que entrenamos en la autovía, pero en Río Cuarto hay muchos atletas de alto rendimiento que necesitan entrenamientos intensivos. En mi caso, cuando salgo a entrenar recorro entre 120 a 180 kilómetros y, para tener una idea, el autódromo tiene 3.600 metros la vuelta, por lo que tampoco está en condiciones de ser usado para entrenar. Mucho menos el corsódromo, donde además de tener que frenar en las esquinas tenemos que estar atentos a la circulación de vehículos”, opinó.
