Fútbol

Néstor Ortigoza y punto.

Resultado de imagen para estudiantes vs. aten<s clásdico local dfutbol nocturnoLo que tiempo atrás pudo tratarse de una perfecta utopía, hoy se transforma en una realidad palpable para el hincha de Estudiantes,  Si algo le faltaba en términos de refuerzo, de mucho nombre, y de una trayectoria extraordinaria, era sumar a alguien como Néstor Ortigoza, por todo lo que ha significado para el fútbol argentino en la última década.

 

Nacido y criado en los potreros de San Antonio de Padua, partido de Merlo en el oeste bonaerense, repleto de fútbol callejero, guapo, atrevido, de talento, clase y entrega; una mezcla que combinada hizo del Gordo alguien fundamental en cada lugar donde ha estado.

Entre sus puntos altos, lo primero por destacar es el título logrado en 2010 con Argentinos Juniors, de la mano de otro fenómeno como el Bichi Borghi, en un equipo que terminó por quedarse con un certamen muy parejo, con jugadores como Matías Caruzzo, su socio Pichi Mercier, José Luis Calderón, Facundo Coria y compañía, lo que fue para el Bicho su último título en Primera.

De allí llegaría su ligazón con Paraguay por tener ascendencia guaraní; ya que Gerardo Martino vio en él un bastión importante para llegar a Sudáfrica 2010 y para ser integrante de la última gran camada de jugadores paraguayos. Justo Villar, Antolín Alcaráz, Paulo Da Silva, Tacuara Cardozo, Nélson Haedo Valdéz y el propio Salvador Cabañas por citar algunos. Esa gesta para los del Tata terminó con la final perdida de la Copa América 2011, en cancha de River, frente al todo poderoso Uruguay del maestro Tabárez con Suárez y Forlán en estado de gracia absoluta. Sudáfrica 2010 quedará para siempre en la memoria del futbolero paraguayo por haber sido un mundial donde se llegó a lo mas alto que una seleccion de ese país pudiese conseguir, cayendo por la mínima frente a España en cuartos de final, que luego sería campeona del mundo.

Esos resultados individuales y colectivos hicieron que un grande como San Lorenzo se fijara en él y a partir de 2011 comenzara a escribir las páginas más gloriosas y la posibilidad de ingresar a la galería de ídolos más importantes, de un club que los tiene y en gran cantidad. Antes tocó lo más difícil que fue haber jugado la Promoción siendo dirigido por Caruso Lombardi frente al Instituto de Paulo Dybala, con el propio Ortigoza como valuarte convirtiendo un penal clave.

Pasaría Caruso, llegaría Pizzi y con él, el título del año 2013 en cancha de Vélez, con una salvada de Torrico que quedará para siempre en la memoria del hincha cuervo. Lo mejor estaría por llegar y fue al año siguiente, el del paso a la inmortalidad azulgrana, rompiendo con un maleficio que parecía perseguir a San Lorenzo de por vida como era ganar la Copa Libertadores, justamente con un penal convertido por el propio Gordo frente a Nacional de Paraguay. Luego llegaría el Mundial de Clubes y la derrota digna frente al Real Madrid, ni más ni menos.

Vaya si será histórico para el fútbol de Río Cuarto tener a alguien con todos estos pergaminos, un auténtico lujo que se darán Vázquez y compañía.

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