Nicolás Cavigliasso 12º y Sebastián Urquía 97º, en la difícil cuarta etapa. Los representantes del sur cordobés siguen en carrera luego de cuatro días de arenas y dunas
En Cuatriciclos, luego de un arranque muy bueno, Nicolás Cavigliasso (Yamaha 450 Nº 249) pagó caro la elección del cuatriciclo de menor cilindrada.
Una desventaja que estaba programada y que se hizo notar fundamentalmente en la cuarta etapa. Con un andar sin errores y con muy buena navegación, el piloto de General Cabrera pudo finalizar el día en la 12º posición, a 26m.51s. del ruso Sergei Kariakim (Yamaha Raptor 700 Nº 240), ganador de la etapa, conservando el octavo lugar en la clasificación general, a 1h.10m.49s. del chileno Ignacio Casale (Yamaha Raptor 700 Nº 241).
Finalizada la exigente etapa, Nicolás Cavigliasso comentó: “Fue una etapa muy difícil, con mucha arena, también caminos de montaña y piedras. Hoy se notó la falta de potencia del 450, ya que en varios kilómetros tuve viajar en cuarta porque no tiraba la quinta. Fuera de eso el cuatriciclo funciona perfecto, me siento muy cómodo para manejarlo, es bajito y tiene muy buena maniobrabilidad para la montaña, que será toda la última parte de la carrera. Estoy muy conforme con lo hecho hasta el momento, ya estamos con una tercera parte de la carrera corrida y todo funciona a la perfección.
Ahora a repasar por completo el cuatriciclo en la asistencia y dejarlo listo para mañana
En Motos, el dehecino Sebastián Urquía (KTM Nº 113) completó la cuarta etapa en la 96a ubicación, a 3h.10m.28s. de Adrien Van Beveren (Yamaha Nº 4), ganador del día. En la clasificación general, el piloto de General Deheza está en la 83a posición, a 6h.52m.03s. del nuevo puntero en la divisional, el belga Adrien Van Beveren.
De vuelta en el bivouac de San Juan de Martona, Sebastián Urquía contó: “Llegué muy cansado. Fue muy dura la etapa al principio, con caminos de piedra muy rotos. Cuando entramos a las dunas, ya veníamos con muchos kilómetros encima y al estar tan blandas se hizo muy difícil el transitarlas. Cuando entré a las dunas se levantó una tormenta de arena que nos quitó la visión casi por completo. Nunca me tocó un día así, que no se veía nada y ya cansado. Por suerte llegué sin problemas, sin golpes y la moto está perfecta. Ahora el equipo está haciendo el mantenimiento necesario y yo estoy por hacerme unos masajes para aliviar los dolores que provocaron el cansancio y quedar listo para la etapa de mañana (por hoy), que tendremos un enlace muy largo”.
La quinta etapa, última en territorio peruano, unirá San Juan de Martona con Arequipa, recorriendo un total de 774 km., de los cuales 508 son de enlace y sólo 266 de especial selectiva.
La particularidad del día será que motos y cuatriciclos irán por un lado, coches y camiones por otro. Se iniciará la carrera de madrugada por los dos tramos de la especial del programa. Serán pues las tripulaciones las primeras en conocer la arena de Tanaka, encadenando, por ejemplo, montañas de dunas a lo largo de unos treinta kilómetros. El enlace para volver a Arequipa será largo para todos. Y la llegada al campamento, previsiblemente tardía.
Otra vez se quedó con las ganas
El piloto riocuartense Gastón González tuvo que abandonar al finalizar la tercera etapa del Dakar 2018 Perú-Bolivia-Argentina, pese a terminar en la undécima posición y estar ubicado noveno en la Clasificación General.
Estuvimos en contacto con el piloto luego de ser revisado en el hospital de Ica y a punto de volver a nuestro país en la tarde ayer, donde será revisado por el Dr. Pablo Narbona en el Sanatorio Allende, para descartar cualquier fractura o complicación traumatológica.
Esto es lo que comento Gastón: “Les cuento que está todo bien, por suerte fue solo un golpe fuerte. Ahora estoy en un hotel en Ica, por salir hacia Lima para volver a Argentina.
“Resulta que, faltando 10 km para terminar la etapa, que para colmo venía de diez (estaba peleando por el tercer puesto), me comí un corte de duna de unos siete metros aproximadamente. Resulta que el sol al mediodía hace un efecto donde se ve todo plano por el reflejo en la arena y no estaba este corte marcado en la hoja de ruta.
“Me caí, me ayudaron 2 motos, luego vino el helicóptero y pude seguir. Terminé la especial y cuando iba en el enlace al campamento me empecé a sentir mal y llamé el helicóptero y me trajeron el hospital de Ica, hicimos todos los controles y me dieron de alta anoche. Aparentemente puede ser un desgarro del trapecio, ya lo veremos allá, pero no fue nada grave. Y para seguir a media máquina sé que no la voy a pasar bien y decidí abandonar.”
Una gran amargura para el piloto de Río Cuarto que encaró su quinta participación en el Dakar con la mayor profesionalidad y que no pudo completar luego de realizar sólo tres etapas.
Carlos Mario Figueroa