Macarena Ceballos finalmente consiguió subirse al podio panamericano. Y fue en Santiago 2023, donde la nadadora de Río Cuarto le dio a Argentina su segunda medalla al ganar la de bronce en los 100 metros pecho.
La riocuartense marcó 1m07s68 para ocupar el tercer escalón del podio, detrás de las canadienses Rachel Nicol (1.07.28) y Sophie Angus (1.07.55).
Había accedido a la final con el segundo mejor tiempo de las series: un registro de 1m08s12, apenas 2 centésimas de segundo más que la la canadiense Nicol.
Convicción y sueños
Macarena tuvo la convicción de ir por sus sueños y la determinación para hacer todo lo necesario para alcanzarlos. No hay medias tintas en la nadadora de Río Cuarto.
Sabe que en cada entrenamiento en la pileta, en cada exigencia en el gimnasio, en cada encuentro con su psicóloga, en cada clase de pilates, en cada descanso da todo lo que tiene para dar. Con alegría o lágrimas, con entusiasmo o cansancio. Explotar su potencia al máximo es su elección de vida.
A los 28 años encontró su plenitud, después de haberse caído una y otra vez, y haberse vuelto a levantar.

En la previa a Santiago 2023 habló de estos Juegos como resiliencia. Porque en los de Lima 2019 tocó fondo, “subsuelo” y cayó más bajo de lo que creyó que podía caer. Su anterior experiencia panamericana, en Toronto 2015, tampoco había sido poco feliz. Había enojo en una veinteañera debutante, desconcierto en su mirada por no compartir lineamientos con su entonces entrenador.
La tristeza se apoderó de su rostro cuatro años después en la capital peruana, cuando un maldito dolor en el hombro derecho limitó sus posibilidades.

Pero en Santiago es otra historia. Maca se operó y volvió mejor que antes.
Lo que dijo después del bronce en Santiago 2023
“Pienso en mi papá, que desde el primer momento me dijo que no venía porque quiere ir a París. En mis hermanas, en que les pedí que por favor la hagan acordar a mi abuela de que me mire. Lo hago por ellos”, dijo emocionada, ya con la medalla en sus manos.
Ceballos admitió que luego de asegurarse su presencia en París 2024, su mentalidad cambió. “Me lo tomo con mucha más calma. Sí, lo disfruto, lo vivo y lo disfruto, pero con calma”.