Más de 60 propietarios de gimnasios de la ciudad participaron de una caravana de protesta para reclamar que el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) los autorice para volver a trabajar. Los titulares de los gimnasios destacaron que, a pesar de haber presentado un extenso protocolo sanitario, ya hace más de 80 días que permanecen cerrados.
La convocatoria se hizo frente al Centro Cívico local, hasta donde llegaron en sus vehículos los referentes de Gimnasios Unidos, el grupo que se conformó en medio de la pandemia para reclamar por la posibilidad de regresar al trabajo.
«Ofrecemos salud y eso no se está viendo. Presentamos un protocolo con 40 puntos a cumplir de limpieza y seguridad para que no haya ningún riesgo de contagio, pero seguimos esperando respuestas y llevamos 80 días con el negocio cerrado», señaló la propietaria de un gimnasio.
«Estamos con deudas y en peligro de tener que cerrar», agregó otro propietario. «Hay una necesidad imperiosa de muchos de volver porque solo trabajamos de esto y no estamos teniendo ingresos económicos», dijeron varios de los presentes en la caravana.
Todos los dueños de gimnasios coincidieron en señalar que no son «un comercio común. Todos somos profesionales y hemos estudiado muchos años para estar hoy brindando una posibilidad de salud a la gente».
«La mayoría tenemos un alquiler que hemos podido negociar con nuestros propietarios pero los impuestos siguen llegando y los sueldos los seguimos pagando», explicaron.
