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El final soñado

Urú Curé se consagró campeón del Torneo del Interior Zona Ascenso al derrotar en un cierre dramático a Marista de Mendoza por 13-9.

El conjunto de la lechuza culmina de la mejor manera una campaña espectacular, la mejor de su historia, signada por el gran nivel de juego y el arduo trabajo de todo el club.

¡Felicitaciones, campeones!

Como casi todas las finales de cualquier deporte, esta no fue bien jugada. Y era entendible. Urú Curé jugaba el partido de su vida. Un partido que finalmente coronó 60 años de espera.

Desde el arranque, el XV riocuartense demostró que haría valer la localía. Y con el empuje que bajaba desde las tribunas de Soles, los jugadores del Cuervo se convirtieron en fieras que siempre empujaron hacia adelante.

Ese empuje se tradujo en un try, una conversión y un penal que le permitieron a los locales cerrar el primer tiempo con una gran sonrisa. Sobre todo porque las formaciones fijas funcionaban a la perfección.

Para el infarto
Pero ya en el segundo tiempo los nervios empezaron a jugar una mala pasada a los jugadores de Urú. Encima, Marista tuvo más la guinda, obligó a los locales a defender y forzó una serie de errores que puso el partido al borde del empate.

Pero lo peor llegó a 10 minutos del final. Roccuzzo acortó más con un penal y dejó a la tribuna a punto de sufrir un colapso nervioso. Marista demostraba que también había venido por la gloria a Río Cuarto. 

Pero la lechuza sacudió la cabeza, despejó el momento de incertidumbre, defendió con fiereza su ingoal y tackleó todo lo que se movía. Esa verdadera muralla que armó, sin embargo, no pudo contener el festejo descontrolado cuando Sylvestre pitó el final e indicó que Urú había alcanzado el mayor logro deportivo de su historia.

Síntesis

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