Con un clima de fiesta que inundó desde temprano el palacio de los deportes, el partido fue seguido por un cuantioso y entusiasta público que aplaudió el excelente desempeño y caballerosidad de ambas escuadras.
El marcador finalizó 57 a 48 a favor de los rojos, quienes se consagraron campeones casi invictos ya que sólo perdieron un partido de diez jugados.